MRS. CAMPBELL Y SU VIDA PLENA.



Pamela Campbell tenía una vida perfecta: Unos niños educados y estudiosos, un marido atento y cortés, una casa limpia y acogedora que ella mantenía con su especial ingenio ( véase lámpara),un talento artístico desbordante que desarrollaba en sus preciosos repujados en estaño ( véase pared ) y un peculiar gusto por la Alta Peluquería ( eso ya lo viste, seguro).